Fraguando el autoritarismo mediante el cinismo despiadado.
¿Está sola y desamparada la ciudadanía?
Por Hermann W. Bruch
· A dónde se ha ido la decencia de este país?
· Mucha gente que se dice y se cree decente, está acobardada, tiene miedo y no se atreve a expresarse
· Lo que estamos viviendo es insólito. El cinismo de la clase política ha llegado a proporciones insospechables y tremendamente peligrosas
· No es tiempo para declaraciones poéticas e inocuas de parte de los que ejercemos el derecho de expresar nuestra opinión. Es necesario ir a la yugular.
· Estamos ante un ataque frontal, artero, asqueroso de parte de una casta política deleznable, en contra las instituciones, la institucionalidad y la vida del país.
· Estamos hablando de la sobrevivencia de seis millonesde salvadoreños que está siendo puesta en jaque, amenazada por una banda de delincuentes
· ¿Habrá cuarenta y tres diputados decentes que se desmarquen de esos 50 bandoleros y con sus votos colaboren a enrumbar a nuestro país hacia el bien vivir, el respeto de las leyes, el rescate de los valores, la decencia, la honestidad la civilidad?
· Creo que las organizaciones que conforman Aliados por la Democracia, están eludiendo su mandato, están asumiendo una participación política blanda, sin garras ni dientes, sin estar realmente decididos a utilizar su poder de convocatoria para hacer lo único que hace falta hacer en nuestro país: comenzar a detener las perversas intenciones de la clase política, mediante la convocatoria de un paro nacional amplio que incluya, además del paro de labores, la desobediencia fiscal y civil, la insurrección del pueblo. Si no lo hacemos ya, más tarde será tarde.
· ES NUESTRO DERECHO. LA CONSTITUCIÓN ASÍ LO ESTIPULATweet